Endibia, Endibias, Endivia, Endivias, Achicoria de Bruselas

Cichorium endivia var. crispa


Endibia, Endibias, Endivia, Endivias, Achicoria de Bruselas
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Fuente: INFOAGRO.COM




Nombre común o vulgar: Endibia, Endibias, Endivia, Endivias, Achicoria de Bruselas

Nombre científico o latino: Cichorium endivia var. crispa

Familia: Compuestas (Asteraceae).

Origen: se cree que la endibia es originaria de la zona mediterránea.

Descripción:

La endibia es en realidad una variedad de la achicoria que se obtiene mediante un cultivo forzado o artificial.

Planta con hojas que arrancan del cuello de la raíz, con una coloración, variable según variedad y cultivo, desde el verde oscuro al amarillo claro.

Las flores de los capítulos son liguladas, perfectas, azules o celestes, y se disponen en número de 18 a 42 sobre capítulos sésiles, axilares, solitarios o en fascículos de 2 a 5.

La endibia, una verdura de agradable presencia, es, en realidad, el corazón que se extrae de la planta.

De forma puntiaguda y cilíndrica, está compuesta por una sucesión de apretadas hojas superpuestas de color blanco que se vuelve amarillo en las puntas. Miden de 8 a 9 centímetros de largo y tiene en torno a 3 centímetros de diámetro.

Tiene la endibia un marcado sabor dulce, jugoso, crujiente y refrescante. Aunque en algunas variedades es ligeramente amargo.

Las endibias son hortalizas que están disponibles en el mercado durante todo el año, pero sobre todo en la época que va desde otoño hasta principios de verano, siendo su temporada óptima la que abarca los meses de invierno y la primavera. De todas formas, en la actualidad los cultivos de invernadero nos permiten contar con ellas durante todo el año.

Consumo de endibia:

Por su escaso valor nutritivo resulta ideal para las dietas de adelgazamiento, porque su consumo no aporta más que 17 calorías por cada 100 gramos, frente a las 27 que generalmente ofrecen las demás hortalizas.

Se pueden consumir cocidas o crudas en ensalada.

Las endibias pueden presentarse a la mesa formando parte de una ensalada, como complemento de platos fríos o calientes, hervida y acompañada con salsa mahonesa o vinagreta o envuelta en lonchas de jamón y asada al horno. En crudo, su sabor combina muy bien con las salsas de yogur o queso.

A pesar de que la endibia es una verdura muy limpia, siempre es aconsejable desprender las hojas una a una, pasarlas por un chorro de agua fría y escurrirlas antes de su utilización.

Clasificación:

Las endibias pueden clasificarse en función del sistema de cultivo que se utilice. De este modo distinguimos dos variedades:

Endibias forzadas: durante los meses de invierno producen cogollos a partir de raíces que se mantienen en la oscuridad. Son compactas y de forma alargada.

Endibias no forzadas: se recolectan en los meses de otoño. No necesitan blanquearse.

Existe una variedad de endibia de color rojo que se obtiene de un cruce entre la achicoria y el radicchio o achicoria roja, que es la que aporta ese característico tono rojizo. Sin embargo, el color rojo de esta variedad desaparece con la cocción.

Variedades de endibia:

Actualmente se cultivan híbridos que se clasifican en función de su precocidad.

*Variedades precoces: tienen un ciclo vegetativo más corto, la campaña comienza a principios de septiembre y finaliza el 15 de octubre en Bélgica.

*Variedades de ciclo medio: son más productivas, el periodo de cultivo comprende de mayo a junio.

*Variedades tardías: son las que mejor soportan la conservación en cámara frigorífica.

Variedades de endibia:

- Precoces

* Prima.
* Everé temprana.
* Bella.
* Secundo.
* Daliva.
* Tor.

- Media estación

* Mazurca.
* Turbo.
* Tertio.

- Tardías

* Kwarto.
* Westfride.
* Norvita.
* Salsa.
* Rumbo.
* Jazz.

- Híbridos

* Zoom.
* Flambor.
* Bergere.
* Flash.
* Rinof.

Composición química de la endibia:

Agua 94%
Hidratos de carbono 3, 5% (fibra 0, 8%)
Proteínas 1, 2%
Lípidos 0, 1%
Potasio 200 mg/100 g
Calcio 20 mg/100 g
Sodio 8 mg/100 g
Fósforo 25 mg/100 g
Vitamina C 10 mg/100 g
Vitamina B1 0, 1 mg/100 g
Vitamina B2 0, 2 mg/100 g

CULTIVO DE ENDIBIAS

El cultivo de las endibias comprende dos fases:

1.-Formación de las raíces.

2.-Forzado para la obtención de pellas de hojas blanquecinas.

Cultivo familiar:

La endibia se reproduce por semilla. En el verano se realiza la siembra en hileras, en un suelo estercolado, suelto, ausente de piedras, bien trabajado y profundo (hasta 20 cm. de profundidad), para que posteriormente sea fácil arrancar las raíces que se utilizarán para el proceso de forzado indicado a continuación.

Regar tras la siembra y escardar las malas hierbas durante todo el proceso de cultivo.

Forzado:

En otoño, tras la recolección de las endivias, se arrancan la raices y se le quitan las otras raicillas adventicias que puedan tener.

Se colocan juntas en cajoneras (también valen tiestos grandes) con tierra bien suelta (cribarla previamente si es necesario).

Se riegan sólo esta vez (después ya no será necesario) y se sitúan en un lugar oscuro, tapados con plástico opaco o, si se cultivan en tiestos, mediante otro tiesto de igual tamaño.

Un mes después, aproximadamente, habrán brotado unos cogollos muy tiernos, que podrán ser cortados conforme se vayan consumiendo. Las raíces de los cogollos cortados que permanecen en tierra producen un segundo cogollo, pero no es de tanta calidad como el primero.

Este proceso de forzado es fácilmente realizable por el hortelano aficionado, ya que el método que se lleva a cabo en forma profesional necesita mayor dedicación e instalaciones adecuadas. Éste consiste en forzar los cogollos en grandes zanjas construidas con materiales reforzados, de hasta medio metro de profundidad, con tierra muy bien cribada convenientemente abonada, y todo cubierto con paja y plásticos.

Temperaturas:

En la fase de cultivo de raíces al aire libre se requieren temperaturas superiores a 5ºC para que las semillas germinen, sin embargo el intervalo de temperaturas óptimas para la germinación es de 25-30ºC.

La temperatura mínima de crecimiento de las plantas es de 8ºC, desarrollándose de forma óptima entre 16-20ºC.

Suelo:

Las endibias tienen predilección por los suelos de textura limosa, ligeros, profundos, bien aireados, sin problemas de encharcamiento, con un pH neutro o ligeramente alcalino y con niveles medios de materia orgánica.

Las tierras demasiado arcillosas, pedregosas o con pendiente deben evitarse por las dificultades previsibles de la recolección.

Preparación del terreno:

Para el cultivo de raíces se realiza una labor a 20-30 cm de profundidad, para mejorar la estructura del suelo donde se van a desarrollar las raíces.

Seguidamente, se dará un pase con fresadora a unos 8-14 cm de profundidad.

Para la preparación del lecho de siembra se realiza uno o dos pases de grada.

Generalmente se realizan surcos separados entre sí 33-36 cm.

En fincas comerciales se recomienda es este momento incorporar un herbicida superficial.

Siembra:

Puede realizarse a voleo o con sembradora de precisión.

Se recomienda en el último caso el empleo de semillas pildoradas que faciliten la siembra e incorporen pesticidas que protejan la semilla.

En la siembra con precisión, tras la nascencia se realiza un aclareo para dejar alrededor de 250.000 plantas/ha, separadas a una distancia de 10-12 cm.

Abonado o fertilización:

La endibia es una planta que no soporta el exceso de abono.

Todo exceso nutritivo en el campo es desfavorable, particularmente en lo que concierne al nitrógeno y al potasio.

Generalmente solo se tolera un débil abonado de fondo (menos de 75 unidades de K2O).

Para asegurar un buen desarrollo en el campo y para mejorar la conservación de las raíces y su calidad de forzado es preferible realizar un programa de abonado foliar.

Malas hierbas:

Es frecuente el empleo de escardas químicas durante el cultivo, siendo una de las materias activas recomendadas contra malas hierbas anuales.

Conservación:

Aunque se aconseja consumirlas lo antes posible, una vez en casa pueden conservarse en el frigorífico de cinco o siete días dentro de una bolsa de plástico perforada. Sin embargo, son hortalizas que no toleran bien la congelación.

Manteniéndolas a temperatura adecuada en un lugar fresco o en el frigorífico pueden conservarse varios días.

Plagas y enfermedades de la endibia:

- Mildiu de la lechuga
- Esclerotinia
- Babosas
- Gusanos grises

Recolección:

En el otoño, unos días antes de proceder a la recolección de las endivias, se procede al blanqueo de las hojas interiores encerrando la cabeza de la planta con las hojas exteriores. También se pueden blanquear cubriendo la planta con un cono de papel.

Las endivias se cortan a 2-3 cm. del cuello de la raíz, las hojas recolectadas se aprovechan para ensalada, y las raíces se arrancan para el posterior forzado de los cogollos (véase más arriba el proceso de forzado).

La recolección en las fincas comerciales, al igual que el forzado, se realiza de forma escalonada.

Una buena recolectora eliminará toda la tierra cortada junto a la raíz y cargará solo con las raíces, con la menor cantidad posible de tierra.

Se recolecta una media de 150.000 raíces forzadas/ha.

Antes del forzado hay que acondicionar las raíces.

Esta operación se efectúa con máquinas para:

1.-Eliminar la tierra todavía presente en las raíces sin dañarlas.

2.-Eliminar las raíces demasiado pequeñas.

3.-Eventualmente, calibrar las raíces en dos grupos.

4.-Tratar las raíces contra las enfermedades de conservación y forzado.



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