Apio

Apium graveolens var. dulce


Apio Apios - Apium graveolens var. dulce
Foto de Apio - https://linnaeus.nrm.se/ - https://www.takii.com.br/
Fuente: INFOAGRO.COM




Nombre común o vulgar: Apio

Nombre científico o latino: Apium graveolens var. dulce

Familia: Umbelíferas.

Es una planta muy nutritiva, y con propiedades diuréticas, carminativas y depuradoras de la sangre.

Las variedades de apio hay que diferenciarlas en dos grandes grupos: variedades verdes, que necesitan se le haga la práctica de blanqueo (en invernadero) si se quieren obtener pencas blancas, y variedades amarillas que no necesitan de esa práctica.

El apio, tanto las variedades de color verde como las blancas, aporta un fantástico toque crujiente y sabroso a las ensaladas estivales.

Es ideal en ensaladas cruda o en hervidos y muy rica en minerales.

Excelente para caldos de verduras y para limpiar la sangre de toxinas.

Transmiten su sabor característico a los caldos.

Descripción:

Se trata de una hierba bienal, es decir, que el tallo empieza a crecer al segundo año de su desarrollo; puede llegar a alcanzar los cincuenta centímetros de altura.

Las raíces son muy ligeras, estrechas y carnosas.

El tallo es hueco en su interior, apareciendo en su parte más exterior una serie de estrías que lo recorren longitudinalmente.

La hoja está dividida en anchos segmentos.

En el segundo año emite el tallo floral, con flores blancas o moradas; el fruto es un aquenio.

Variedades de apio:

- Verdes (suelen blanquearse para obtener pencas blancas)

* Verde lleno.
* Pascual.
* Lepage.
* Verde de cortar.
* Florida.
* Utah.

- Amarillas (se blanquean por sí solas)

* Celebrity.
* Avon Pearl.
* Dorado.
* Sedor.
* Cornell.

- Blancas

* Blanco lleno de América.

- Violetas

* Tours.
* Turmos.

Composición química del apio:

Agua 95%
Hidratos de carbono 1, 3% (fibra 0, 8%)
Proteínas 1, 3%
Lípidos 0, 2%
Potasio 300 mg/100 g
Sodio 120 mg/100 g
Calcio 55 mg/100 g
Hierro 1 mg/100 g
Fósforo 39 mg/100 g
Vitamina C 7 mg/100 g
Vitamina A 0, 7 mg/100 g

CULTIVO DEL APIO

Temperaturas:

Es un cultivo de clima templado, que al aire libre no soporta los fríos de invierno en el interior de España: cuando la planta está en el periodo de desarrollo, si ocurre una disminución fuerte de temperatura durante algunos días, puede dar lugar a que la planta florezca antes de tiempo; este problema se ve disminuido cuando el suelo está acolchado con lámina de plástico.

Se adapta muy bien al invierno.

Siempre y cuando se protejan de las heladas, las cosechas más tardías permiten disfrutar del apio durante todo el año.

Suelo:

El apio no es demasiado exigente en suelos, siempre que no sean excesivamente húmedos.

Requiere un buen drenaje.

Suelo profundo, ya que el sistema radicular alcanza gran longitud vertical.

Siembra:

Época de siembra: en primavera las semillas y el trasplante a comienzos del verano.

En hileras de 30 cm, y 30 cm entre plantas.

Por semillas en bandejas manteniendo las plantas húmedas.

La semilla tiene una facultad germinativa media de 5 años; en un gramo de semilla entran aproximadamente 2.500 unidades.

Los trasplantes a 30 cm entre cada planta.

Se recomienda en huertos familiares la siembra de lechugas y rábanos entre medio ya que éstas se beneficiaran mucho. Perfecta combinación.

Desde que se planta hasta que se recolecta tiene una duración aproximadamente de unos 4 meses.

Riego:

Si se riega abundantemente al apio se evita que espigue antes de lo previsto y se consigue que los tallos estén crujientes, que es lo que nos interesa.

Cuando está en las primeras fases de su desarrollo, el riego debe ser abundante y regular, ya que la plántula debe tener un crecimiento continuo.

Este cultivo es exigente en humedad del suelo, pero sin que llegue a ser exagerada; los riegos deben permitir que el suelo esté en un estado perfecto de humedad de tempero.

Riego dos veces por semana mínimo.

Si el suelo sufre sequedad da lugar a un embastecimiento de los tejidos y, por tanto, a una pérdida de calidad.

En todo su ciclo, este cultivo sufre estrés si hay escasez de agua en el suelo.

Abonado o fertilización:

Para obtener una buena producción y de buena calidad, es conveniente que el suelo esté bien estercolado.

En el abonado de fondo pueden aportarse, a título orientativo, alrededor de 50 g/m2 de abono complejo 8-15-15 y 15 g/m2 de sulfato de potasio.

Cuando el riego es por gravedad, pueden aplicarse 30 g/m2 de nitrato amónico en cobertera en 2 o 3 veces, con la última aportación un mes antes de la recolección.

Si los resultados del análisis de suelo muestran bajos niveles de boro y/o magnesio, éstos pueden aplicarse a razón de 2 g/m2 de producto a base de boro y 10-15 g/m2 de sulfato de magnesio. Además es conveniente aportar unos 5 g/m2 de azufre, debido a su elevada sensibilidad a la carencia de este elemento.

El abono foliar aplicado una vez por semana suele dar buenos resultados, para los aportes de boro y magnesio y de calcio en caso de suelos pobres en este elemento.

Es exigente en boro, por lo que este elemento no debe faltar en el suelo.

En el caso de los invernaderos, el apio normalmente constituye un cultivo de relleno en la época invernal, por lo que no debe aportarse estiércol si ya se estercoló el cultivo anterior, aunque si el siguiente cultivo lo precisa, pueden aplicarse 3 kg/m2.

Si no se aplica estiércol, es necesario aumentar el abonado nitrogenado y potásico, especialmente cuando los suelos sean ligeros.

Malas hierbas:

El apio no admite competencia con las malas hierbas al principio de la vegetación, ya que su crecimiento es lento; es necesario mantener limpio el suelo con labores de escarda.

Otras labores:

Deshierbe, escarda y recalzo para el blanqueado.

Binas y aporcados.

Cuando se inicia el crecimiento vegetativo no conviene que el "corazón" de la planta se recubra con tierra, ya que se puede producir una parada vegetativa del crecimiento.

Por esta razón, cuando se den al cultivo las labores de bina que sean necesarias, se evitará que caiga tierra en el centro de la planta; también en este estado de crecimiento no se harán labores de recalzar las plantas.

Cuando el cultivo esté en pleno desarrollo, es conveniente aporcar las plantas; con esta operación se aumenta la longitud de las pencas.

Plagas y enfermedades del apio:

- Mosca del apio.
- Pulgones.
- Gusanos grises.
- Rosquilla negra.
- Araña roja.
- Nematodos.
- Septoriosis (roya del apio).
- Cercosporiosis.
- Virosis.



Más información en el Archivo:



.: Lista de fichas de hortalizas y verduras :.

Ficha de Apio en Infojardín.

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